Muchas veces escribir sobre ciertos aspectos, resulta complicado. Es difícil no herir sensibilidades. Pero es que hay algo que me preocupa especialmente. Espero que nadie se sienta incómodo con este post pero creo que estas líneas resumen el tema que más me preocupa de todo el barrio.
Desde que tengo uso de razón, las mujeres occidentales han llevado a cabo una lucha incansable para que sus derechos sean respetados. Hemos recorrido un camino lleno de piedras (sentimientos machistas) que nos hacían tropezar constantemente. Muchas no han visto la mayor parte de los logros que hemos conseguido y ser totalmente respetadas es una asignatura que aún tenemos pendiente.
Vivir en San Francisco (y cuando digo San Francisco me refiero a todas las calles de alrededor también) y ser mujer es, cuánto menos, difícil (tristemente lo será también en cualquier parte de la ciudad).
La concepción que tienen nuestros vecinos sobre las mujeres queda al descubierto cuando, cada día, incesantemente, tienes que escuchar como te reciben con “Hola guapa”, “¿dónde vas sola?”, “¿vienes conmigo?”, además de las miradas incómodas que nos siguen al andar. Es inadmisible. Gestos como los que he descrito anteriormente, a mi, personalmente, se me muestran con una falta de respeto total y absoluta. Es inevitable tener miedo cuando cae la noche sobre el barrio, y más cuando en Bilbao parece que está de moda violar a mujeres. Algunas han sido afortunadas porque los medios de comunicación hicieron un hueco entre sus paginas, pero, ¿y las demás?, ¿cuántas mujeres sufrirán situaciones parecidas? Los árboles se deben talar antes de que crezcan y crezcan sin remedio….
Revélate. Lucha. Gírate al andar y escupe con palabras a quienes te faltan al respeto. |
“No me llames guapa, ni se lo vuelvas a llamar a ninguna mujer, jamás” (no sé de quien es la cita, lo leí en un cartel pero no recuerdo dónde)
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